La intensidad de la película va a más, igual que el estrés psíquico del protagonista y del espectador. No hay diálogo, pero no se echa en falta. La expresividad de los primeros planos, la fotografía y la música son formidables. Mención especial para Robert Redford, que ofrece una de sus mejores interpretaciones, que se puede calificar de magistral.
Cuando todo está perdido es una película excelente, que se puede considerar obra maestra del cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario